La vitamina D3 es un nutriente todoterreno. Es sobre todo conocida por su papel en el sistema inmunológico y en el cuidado de los huesos, dientes y músculos, pero también cumple un rol importante en el apoyo de la salud cardiovascular. En combinación con la vitamina K2, la vitamina D3 puede convertirse también en una gran aliada de tu corazón. Si este es un asunto que te interesa, sigue leyendo y descubre cómo ambas vitaminas pueden favorecer la salud cardiaca.
Vitamina D3 y K2, para Huesos y Corazón
La combinación de Vitamina d3 y k2 aporta muchos beneficios al organismo, pero hay dos propiedades claras: el apoyo a la estructura ósea y al corazón. En lo que respecta a los huesos, estos nutrientes favorecen la absorción de calcio y lo dirigen allí donde hace falta. Este proceso tiene relación con la salud cardiovascular. Mientras la vitamina D3 contribuye a asimilar el calcio por el organismo, la vitamina K2 evita que este mineral se almacene en las arterias, lo que podría desencadenar un problema cardiovascular al producirse una obstrucción que impida el correcto flujo sanguíneo.
Este escenario se denomina calcificación arterial, un inconveniente que, de presentarse, puede aumentar el riesgo de sufrir un infarto o derrame cerebral.
Cómo la Vitamina K2 Evita la Calcificación Arterial
La calcificación arterial es un problema que, como hemos mencionado, supone que el calcio se deposita en las paredes arteriales. Esta situación puede provocar obstrucciones y que la sangre no circule como debería, elevando el riesgo de padecer una enfermedad del corazón.
Según algunos estudios, la vitamina K2 puede ayudar a prevenir este escenario, pues su misión es dirigir el calcio a los huesos y evitar que se concentre en los tejidos blandos, como son los cartílagos y las arterias.
Pero los beneficios de la vitamina K2 en relación con la salud cardiovascular no acaban aquí, pues otra de sus cualidades es que contribuye a la coagulación de la sangre, proceso esencial para detener las hemorragias.
Vitamina D3 para Prevenir Enfermedades Cardiovasculares
Ciertos estudios sugieren la relación entre unos niveles altos de vitamina D3 y una menor incidencia de enfermedades cardiovasculares. No contar con suficientes niveles de este nutriente está asociado a un riesgo más elevado de sufrir patologías como diabetes, hipertensión, obesidad o insuficiencia cardiaca.
Para proteger tu corazón, una buena solución es exponerte al sol para obtener la vitamina D necesaria para tu organismo, pero también puedes consumir alimentos ricos en este nutriente como los pescados o las yemas de huevo. Otra idea es recurrir a suplementos de vitamina D3 y K2, cuya ingesta garantiza que tu cuerpo está recibiendo estas vitaminas en la dosis apropiada.
En Conclusión
De acuerdo con un estudio reciente de la revista Nature, la deficiencia de vitamina D3 afecta a alrededor del 75 % de los españoles, y ello teniendo en cuenta que nuestro país es uno de los que goza de más horas de sol del continente europeo. Sin embargo, hábitos como el teletrabajo o el sedentarismo ligado al uso frecuente de dispositivos electrónicos podrían estar detrás de esta menor exposición al sol. Por este motivo, la suplementación con vitamina D3 y K2, que funcionan tan bien juntas, es clave para cuidar nuestro corazón, huesos y sistema inmune.